Con ese monto deberá cubrir la amortización de capital y pago de intereses: BdeM
El gobierno erogará en 2008 $200 mil millones por Pidiregas
Es limitado el gasto público en infraestructura, educación y combate a la pobreza, indica el banco central
Creció 118 mil millones la deuda interna bruta federal en 6 meses: Hacienda
El gobierno federal deberá erogar en 2008 un monto equivalente a 200 mil millones de pesos para cubrir la amortización de capital y pago de intereses de la deuda asumida para financiar proyectos de infraestructura, advirtió este jueves el Banco de México (BdeM), en un documento en el que llama la atención sobre el deterioro de las finanzas públicas, expresado en un estancamiento del gasto de capital y un incremento en el gasto corriente.
Las obligaciones por 200 mil millones de pesos derivadas de la contratación de deuda para construir infraestructura para las empresas estatales del sector energético, a través del esquema Proyectos de Inversión de Impacto Diferido en el Gasto (Pidiregas) equivalen a dos terceras partes de los 300 mil millones de pesos en que el gobierno federal espera aumentar la recaudación con la propuesta de reforma fiscal presentada en junio pasado.
El banco central asegura que el gasto público en infraestructura, educación y reducción de la pobreza es limitado, mientras el país muestra una situación fiscal que lo coloca como una de las naciones de más baja recaudación. Opinó que la creación de un impuesto de control, como el propuesto en la iniciativa de reforma hacendaria que presentó el gobierno, apunta a aumentar la carga sobre aquellos que ahora no pagan impuestos, sin afectar a las empresas por un mayor costo de sus nóminas. Incluso, dijo, la contribución especial de tasa única (CETU), planteada en la iniciativa, constituye un estímulo a la inversión privada en capital, por ser deducible.
En este contexto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que la deuda interna bruta del gobierno federal, representada por la emisión de bonos en el mercado local, creció en el primer semestre de este año 118 mil millones de pesos con respecto al cierre de diciembre de 2006. De este modo, se ubicó en un billón 790 mil millones de pesos. El mayor débito fue a través de Bonos de Desarrollo (Bondes), con un total de 801 mil 391.6 millones de pesos.
La SHCP indicó que al 30 de junio pasado, el saldo de la deuda neta del gobierno federal -que incluye pasivos en el exterior y la contratada internamente- se ubicó en 2 billones 2 mil 978.3 millones de pesos. De este monto, 77.8 por ciento está constituido por deuda interna y la parte restante por deuda externa.
Como porcentaje del producto interno bruto (PIB), la deuda del gobierno federal se ubicó en 19.8 por ciento, cifra menor en 1.3 puntos porcentuales a la observada al cierre del año pasado.
Los pasivos derivados de la contratación de Pidiregas, mecanismo al que recurren Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad para que el sector privado construya obras para las empresas estatales, no están considerados en el saldo de la deuda neta total.
Un sistema inequitativo
El Banco de México, en un documento distribuido ayer, apuntó que en el sistema tributario de México predominan los tratamientos especiales.
Estos regímenes de excepción han conducido, entre otros factores, a una situación donde el sistema tributario tiene una baja recaudación, tanto en términos absolutos como respecto a otros países, además de que ''no conduce a la equidad, propicia la evasión y es conducente a la elusión fiscal''. También, genera ''fuertes distorsiones, es de difícil administración y es fuertemente dependiente de los ingresos petroleros''.
Con el título Consideraciones sobre la reforma integral de la hacienda pública, el documento del banco central mencionó que los gastos en infraestructura física, en combate a la pobreza y en el fomento del capital humano, como son las partidas para educación y salud ''tienen un muy elevado rendimiento social''.
Sin embargo, en México el gasto público en estos renglones ''es reducido, como resultado de la baja recaudación'', por lo que en el país se ''enfrentan dos retos principales'': incrementar el monto de los recursos destinados a proyectos con una elevada rentabilidad social, y ejercer eficientemente estos recursos, con transparencia y rendición de cuentas''.
La información ofrecida por el banco central da cuenta de que el gasto en capital apenas se ha movido en los últimos años, mientras se ha elevado el llamado ''gasto corriente'', donde se incluye el costo de la administración pública en sueldos, salarios, operaciones y el pago de pensiones.
Entre 1997 y 2000 el gasto público en inversión física fue de 2.8 puntos del producto interno bruto (PIB), porcentaje que disminuyó a 2.7 puntos del PIB entre 2001 y 2006, periodo que corresponde a la administración del ex presidente Vicente Fox (cuando se registraron ingresos petroleros históricos).
En cambio, el gasto corriente de la administración pública fue equivalente a 12.7 por ciento del PIB en promedio anual entre 1997 a 2000. Pero en el periodo que corresponde a la administración foxista, el costo del aparato de gobierno creció a 13.9 por ciento del PIB, también en promedio anual.
Es en este panorama que, además de las obligaciones derivadas del pago de las deudas externa e interna, las finanzas públicas se verán presionadas en 2008 por el hecho de que las amortizaciones e intereses de los Pidiregas son equivalentes a 2 puntos del PIB, unos 200 mil millones de pesos.
Entre 2008 y 2015, el costo total de los Pidiregas será de entre 2 y 1.5 puntos del PIB cada año. Un punto del PIB equivale a 100 mil millones de pesos.
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